Darnos cuenta que los hijos comienzan el periodo escolar, trae diferentes manifestaciones en los padres. Emoción, ansiedad, miedo o temor y la incertidumbre de adaptación a esta nueva etapa.

Este nuevo comienzo y experiencia de vida, es muy importante para los niños ya que es el puntapié inicial a la escolarización. Según como se dé, dejará una huella que marcará su vida.

Es la primera experiencia fuera de su mundo familiar, donde el niño interactuará muchas más horas con sus pares, tendrá un profesor que guiará el aprendizaje y de alguna manera, despertará ciertas autonomías. (decisiones, esfínter, etc). Esto aportará positivamente al mundo del niño, ya que desde antes, ha tenido la posibilidad de jugar, comunicarse y observar a sus pares en su hogar, plaza o casas de amigos, por ejemplo.

Gracias a la delicadeza, firmeza y respeto, le abriremos el camino a sintonizar poco a poco con el aprendizaje, emociones y etapas del crecimiento.

Una ventaja importante, es que hoy los maestros no solo están enseñando pedagógicamente, sino que también facilitan la sociabilización, acompañan, contienen y ayudan a reflexionar al niño. Ya que los padres, obviamente, no participan del 100% del tiempo escolar. Se podría decir que estos maestros son mantenedores provisorios del apego mientras están en la escuela desarrollándose.

Como padres, estamos encargados de acompañar a los niños en este primer periodo, escuchar sus experiencias dentro del contexto escolar, sin juzgar sino más bien sosteniendo su construcción propia de la experiencia, lo que ve y vive dentro de una sala, recreos o en la interacción social.

Poco a poco irá fortaleciendo el vínculo con el maestro, ayudarle a entender que este lugar será de absoluta exploración. Esto obviamente lleva tiempo, los grandes puentes no se han construido en un día, y es necesario nuestro trabajo como padres, para construir cimientos firmes.

Bases fundamentales que gradualmente ayudará a disminuir la ansiedad del niño en periodos que no se encuentre con sus padres, logrando que de apoco pueda estar de manera placentera. Saber que al final de la jornada vendrán a buscarlo.

Como podemos colaborar como padres? Una herramienta importante para el niño es que algunos días previos pueda familiarizarse con el establecimiento, conocer su sala o áreas donde estará ubicado. Esto ayudará a bajar el nivel de ansiedad propia de los primeros días permitiendo un mejor desarrollo en el aprendizaje, jugar y conocer a sus compañeros durante el ciclo lectivo.

Otra herramienta es anticipar de a poco este nuevo mundo, respetuosamente y sintonizando con el niño. Resaltando el disfrutar y aprender en el colegio, hacer de esta nueva vivencia algo interesante para él. Anticipar que mama y papá estarán ausentes en ciertos periodos de la jornada, pero que su maestro será su cuidador momentáneo., por ejemplo.

Explicarle que papá y mamá podrán ir a dejarlos y a buscarlos, de que nos despediremos y saludaremos cuando volvamos a vernos. Esto ayudará a que no estén en alerta todo el tiempo, evitando que se angustien permanentemente. El irnos sin aviso o dejarlos llorando no es adecuado ya que en este nuevo proceso no ayuda a alimentar las habilidades propias.

En la escuela no solo aprenderá nuevos contenidos sino que además logrará, de apoco, autonomía, creatividad, auto-regulación, respeto y empatía que será sin duda una gran inversión en su vida y para el futuro. Todo a su tiempo, no hay dos cerebros iguales indica Daniel Sieguel.

En ocasiones, como padres, se hace complejo cuando tenemos poco tiempo o cuando ambos trabajan, algunas personas solicitan permisos o salen un poco más temprano para respetar este tiempo de adaptación. Si podemos programarnos para otras actividades, podemos hacerlo para esto también, sobre todo cuando se trata de los más pequeños.

Este periodo de adaptación debe ser importante para la familia, ya que si bien hay cambios en la rutina, ayuda en el paso a paso de nuestros hijos.

Existe la posibilidad de que los padres se roten, por ejemplo un día puede ir la mamá sola, la abuela o la nana. Que se respeten los tiempos de cada uno y no genere controversias el círculo familiar .

Por último, recordar que el acompañarlos al colegio debe ser un momento extra en el compartir este mundo del niño, podemos conversar de cómo se siente, y disfrutar de la compañía. No olvides el beso de despedida y abrazo.

Por Psicólogo Adrián Ezequiel Aguilera Director del sitio @Disciplina Positiva Talca. Certificado en Disciplina Positiva para padres, Disciplina Positiva en primera infancia y Disciplina Positiva para el salón de clases. (Discipline Positive Association USA)
Director del Instituto Grupo Palermo Chile.